A juzgar por las últimas encuestas, que por tradición fueron siempre las más acertadas, es posible que en Brasil la presidencia se defina en una segunda vuelta entre los dos grandes protagonistas de estos comicios, Dilma Rousseff y José Serra. El postulante opositor no tuvo dudas, como subrayó públicamente este mediodía. Pero el oficialismo tampoco descarta esa eventualidad, según dejó entrever Michel Temer, postulante a vice en el binomio con Dilma.
Para Serra, quien voto a las 13hs en un barrio rico de San Pablo donde tiene su domicilio particular, no hay dudas. Flanqueado por su mujer y su compañero de fórmula, Indio da Costa, el ex gobernador de San Pablo mostró la firmeza de su fe adquirida hace algunos años: “Si Dios quiere vamos para el balotaje para el bien de Brasil” sostuvo. Para luego decir que “en los últimos 25 años se construyó un régimen democrático mas fuerte a pesar de las turbulencias”.
La candidata de la centro-izquierda, Dilma, votó en Porto Alegre. “Espero el resultado con tranquilidad, sea en el primero o en la segunda vuelta. Creo que batallamos por una buena causa y cuando uno lucha solo se espera salir mejor de lo que entró”. La delfina del presidente Lula sostuvo que ella representa un proyecto para Brasil “de crecimiento con distribución de ingresos, inclusión y ascenso social”. Serra en cambio ignoró el tema y sólo se refirió “al pueblo” para decir que Brasil “le pertenece a él”.